Para el especialista Mario Torres “el hecho de que los jóvenes se junten en grupos no es peligroso en sí, lo riesgoso es que terminen siendo un objeto de moda, que puedan ser víctimas de grupos inescrupulosos que los lleven a las drogas, al abuso, allí está la peligrosidad”, apuntó.
“No creo que los grupos sean de riesgo, entiendo que son importantes en la adolescencia para la afirmación. Puede verse quizá una sobreactuación en los Emos, pero hay que inscribirla en el momento de la adolescencia donde se están procesando pérdidas infantiles para pasar a otra etapa donde la realidad es más dura”, indicó.
OTROS RIESGOS
Como manera de prevenir estos riesgos, el profesional sugiere el diálogo: “Hay que hablar con ellos, la palabra juega un rol fundamental, en la familia, en la escuela, en todos los ámbitos”.
Según expuso: “Es responsabilidad de los adultos ir creando espacios para la conversación, para ir captando sus sentimientos, las intenciones de los jóvenes, sus preocupaciones, es importante escuchar y también transmitir, esta ancestral cuestión del diálogo que a veces soslayamos y que puede resolver muchísimas cosas”, dijo. Recordó que “sentirse aceptados es un elemento central en la conducta adolescente, es parte de la búsqueda de comulgar en una cultura, en un sitio donde pueden sentirse seguros”.
Fuente: La Nación
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